VEJEZ

"La edad madura es aquella en la que todavía se es joven, pero con mucho más esfuerzo"
Jean Louis Barrault

martes, 13 de octubre de 2015

ENVEJECIMIENTO Y ENFERMEDAD.

Al estudio de cómo la fisiología se afecta en ciertas enfermedades o situaciones extrafisiológicas se denomina fisiopatología. En el proceso del envejecer se pueden diferenciar cinco elementos causales: la herencia, la configuración física, la personalidad, la biografía y el entorno. Estos factores son los mismos que van a influir en la enfermedad.

Los cambios que se producen en los diversos órganos y sistemas del organismo de la persona que envejece, pueden, en no pocas ocasiones, confundirse con los síntomas de una enfermedad y es que la enfermedad en los mayores posee unas peculiaridades que no permiten resaltar nítidamente sus perfiles. Puede ser difícil distinguir, en ocasiones, la enfermedad del envejecimiento normal. En el anciano las enfermedades asientan sobre un organismo envejecido y este envejecimiento hace que el sujeto sufra una pérdida o menoscabo en la reserva funcional (como ya se ha dicho). Por tanto, estímulos de baja intensidad pueden causar enfermedad en el mayor de edad. Esta predisposición se denomina fragilidad, y es más frecuente conforme avanza la edad.

El envejecimiento normal es compatible con el estado de salud en la medida que se acompañe de un buen ajuste social y un juicio personal de bienestar vital. El envejecimiento patológico es sinónimo de enfermedad, el apellido patológico es contundente. La salida de los límites de esa normalidad, funcional o estadística, constituye de por sí una de las propiedades de la enfermedad.

La enfermedad acontece a cualquier edad, pero en la ancianidad se presenta y configura su evolución de un modo diferente. Las notas que caracterizan el envejecer son:

·         Deterioro de los sistemas y las funciones: originados por el desgaste de los años vividos.
·         Menor adaptabilidad: por disminución de los mecanismos de reserva de los órganos.
·         Mayor morbilidad: favorecida por la incrementada vulnerabilidad orgánica y psíquica.
·         Disminución del valimiento personal: causado por la reducción en la capacidad de ser autónomo.
·         Tendencia al aislamiento: al no disponer de suficiente recursos psicofísicos para permanecer en la corriente social dominante.
·         Sensación de acabamiento: sostenido por la menor vitalidad y disponibilidad personal y la amenaza que representa la última edad.

La tendencia a enfermar es una de los rasgos característicos del envejecer y viene condicionada por la vulnerabilidad de la edad avanzada. En la vejez inciden todas las enfermedades que se ven en el adulto, por lo que no podemos hablar de “enfermedades de la vejez” sino de “enfermedades en la vejez”. Algunas son muy comunes y más prevalentes en los ancianos, tales como: artrosis, cardiopatía isquémica, hipertensión arterial, hernia de hiato, estreñimiento, enfermedad cerebrovascular, insuficiencia cardiaca, EPOC, diabetes mellitas, neoplasias, deterioro cognitivo, infecciones, osteoporosis, fracturas de cadera, etc. La mayor parte de las enfermedades en el anciano responden a los principios de la patología general y a sus manifestaciones sintomáticas. No obstante, la disminución de la reserva funcional en órganos y sistemas, sus cambios y la falta de capacidad de adaptación condicionan que, en muchos casos, la expresión de los signos y síntomas de la enfermedad en el anciano sea diferente a la del adulto y joven. Se habla entonces de presentación atípica de la enfermedad en el anciano, que se caracteriza por:

·         Síntomas inespecíficos
·         Manifestaciones  oligosintomáticas o ausencia de las mismas multicausalidad, el cortejo causal, con un factor principal y varios secundarios, es una sobresaliente propiedad en el perfil diferencial de la vejez.
·         Pluripatología,  ya que son diversos sistemas y funciones los que participan en la enfermedad. Al igual que en la etiología, se puede distinguir uno principal y los demás subordinados. Es constante que los sistemas cognitivos y psíquicos se vean siempre afectadas.
·         Tendencia  a la cronicidad, debido a la lentitud en la reparación de las lesiones y de los trastornos funcionales, que no serán únicos, sino siempre diversos.
·         Riesgo  de invalidez, efecto de la dificultad de alcanzar el grado óptimo de recuperación funcional en las últimas fases de la enfermedad, siempre con afectación múltiple de órganos y sistemas.
·         Prudencia  terapéutica basada en la vulnerabilidad de los ancianos, referida en este caso a la acción de los fármacos y al habitual empleo de varios de ellos.

El hecho constitucional del envejecer se sustituye por la historia de enfermedad del individuo y por el estado de salud o enfermedad previo a la aparición de la enfermedad. El código genético mantiene una gran relevancia cono factor etiológico en la enfermedad de la vejez. Lo mismo sucede con el estado premórbido, la situación en la que se encuentra el anciano antes de presentarse cualquier proceso, tal y como sucede en los cuadros que han de resolverse mediante intervenciones quirúrgicas. La historia de sus anteriores enfermedades permitirá anticipar como se desenvolverá cualquier proceso que emparente con aquellos. La personalidad y la biografía matizarán la respuesta personal a la acción patógena. Y por último, el entorno, será otro elemento causal de notable importancia en el inicio y en la evolución de cualquier proceso patológico.
Considerar la enfermedad como situación es una de las características de la Geriatría, que posee un gran valor práctico para programar la intervención terapéutica frente a ella. Esta situación esta conformada por el individuo enfermo, los factores causales que intervienen en la enfermedad, la manera como esta se manifiesta, el entorno familiar y físico en que se desarrolla y los recursos asistenciales de los que puede disponer. La terapéutica integral que debe adaptarse en cada caso, ha de tener presente estos elementos para conseguir la eficacia que es precisa. Por eso la praxis geriátrica se constituye como una tarea integradora según la cual, el enfermo y su circunstancia exigen una actuación en niveles de atención, pero siempre globalizadora, combinando los momentos parciales para alcanzar un final sintetizador.

Según la evolución, la enfermedad en el anciano, al igual que en otras edades, puede clasificarse en:

·         Enfermedad aguda, de corta duración, con un incremento en sus atenciones, y que dará lugar, en ocasiones, el internamiento hospitalario.
·         Enfermedad crónica, de larga duración, con curso estable o con frecuentes descompensaciones, y que pone a prueba al medio asistencial, tanto al enfermo, como a la familia y a los recursos sanitarios. Algunas de estas enfermedades se convierten en invalidantes, con reducción o pérdida de las capacidades para la movilización o el cuidado personal. Son numerosas en esta edad, y precisan de un prolongado esfuerzo asistencial. Una buena proporción de estos enfermos incapacitados han de ingresar en centros residenciales para dependientes.
·         Enfermedad terminal, de naturaleza irreversible, con previsible corto final, aunque a veces prolongado. Son enfermedades que obligan a planteamientos asistenciales específicos, tanto en los domicilios y residencias como en las unidades de paliativos.

Las enfermedades que poseen una más frecuente presentación en los ancianos son las degenerativas, las tumorales, las infecciosas, las auto inmunitarias, las disregulativas, las traumáticas y las iatrogénicas.

Las enfermedades degenerativas tienen por base principalmente la ateroesclerosis y buena parte de las cardiocirculatorias pertenecen a este grupo. Han cobrado gran importacia en las últimas décadas las enfermedades degenerativas cerebrales. De ellas la enfermedad de Alzheimer es la más conocida, aunque hay que situar entre ellas a la demencia frontal, la demencia por cuerpos de Lewy, la enfermedad de Parkinson y a los procesos degenerativos multisistémicos encefálicos.

Las enfermedades tumorales tienen una elevada incidencia en los ancianos. Los cambios inmunitarios que se producen en esta edad pueden ser los responsables, en parte, de la pérdida de efectividad la vigilancia ante células extrañas. La mayor parte del cáncer y las muertes por éste se dan en personas de más de 65 años. En los ancianos, el cáncer afecta a su expectativa de vida y tiene un mayor efecto sobre la calidad de la misma. El cáncer es la segunda causa de muerte tras las enfermedades cardiacas. El cáncer de pulmón y de mama son los más prevalentes en hombres y mujeres de 60 a 79 años de edad, respectivamente. A partir de los 80 años, en los varones es el cáncer de próstata el que predomina frente al de mama en mujeres. Le siguen el de colón en ambos sexos, en el grupo de los 60 a 79 años, frente al cáncer de pulmón y cólon-recto entre los hombres
y mujeres de más de 80 años. La evolución de los tumores en los ancianos suele ser de menor agresividad, con mayor lentitud en su crecimiento. Es común que se opte por un tratamiento conservador y paliativo , aunque la decisión se basará en criterios de edad, de situación previa de salud y según las características de la neoplasia.

LLas infecciones urinarias, respiratorias y de la piel y tejidos blandos suponen el 80% de las infecciones en el anciano. Las neumonías son los procesos infecciosos más graves que presentan los mayores en el área respiratoria.  En las personas de alta edad, y con algún grado de incapacidad, es común que el mecanismo de producción sea la hipostasis y la aspiración. Le siguen la gripe y las bronquitis. La infección urinaria (ITU), especialmente la recidivante, aparece muy a menudo en la vejez, favorecida por el residuo vesical, por las patologías prostáticas o vesicales, y por las maniobras de sondaje y la permanencia del mismo. Las ITU son las más frecuentes, con una relación varón/mujer de 1/2 en octogenarios (frente una relación 1/30 en jóvenes). La bacteriuria asintomática aumenta en octogenarios (20%), llegando hasta un 40% en los ancianos institucionalizados. Suelen cursar de forma asintomática, con deterioro funcional o sepsis, en lugar de con los síntomas clásicos de disuria, escalofríos, fiebre, dolor abdominal o en el flanco y náuseas. La infección de las úlceras de presión es otro proceso complicativo común en los ancianos. Esta suele ser causa de procesos sépticos de evolución subaguda.
ENVEJECIMIENTO.

A todos los cambios biológicos estructurales y funcionales que acontecen a lo largo de la vida, desde el desarrollo embrionario hasta la senectud denominamos envejecimiento. Se trata de un proceso deletéreo, dinámico, complejo, irreversible, progresivo, intrínseco y universal que con el tiempo ocurre en todo ser vivo a consecuencia de la interacción genética de éste y su medio ambiente. Los cambios biológicos producen, en los órganos, pérdida de función y una disminución de la máxima capacidad funcional, pudiendo muchos sujetos seguir con su capacidad de reserva funcional (variable entre las personas y, también, entre los diferentes órganos de cada persona) más allá de las necesidades comunes. Los sistemas de reparación, durante la época posmadura, no van a ser capaces de eliminar completamente las lesiones de la acción de envejecer sobre las células, tejidos y órganos produciéndose, como resultado, el deterioro progresivo de los sistemas por acumulación de lesiones.
No existe una definición de envejecimiento lo suficientemente convincente y, dependiendo de las diferentes perspectivas que se consideren, podemos destacar las siguientes:

Según Frolkis  sería: “Un proceso biológico multifactorial, que comienza mucho tiempo antes que la vejez, y que evoluciona de forma continua, siguiendo un curso determinado por las propias características intrínsecas”.

Según Brocklehurst sería: “Un proceso progresivo de desadaptación del individuo al medio que le rodea, que termina con la muerte”.

Según Bourliere el envejecimiento incluye “Todas las modificaciones morfológicas, fisiológicas, bioquímicas y psicológicas que aparecen como consecuencia de la acción del tiempo sobre los seres vivos”.
».
Según Rowe el envejecimiento humano muestra como notas definidoras el ser:

·         Lineal, como proceso que se extiende a lo largo de la vida y que cristaliza en un determinado momento.
·         Inevitable, ya que no puede detenerse salvo en la muerte.
·         Variable, por no ser semejante en los individuos que nacieron en la misma época y situación.
·         Asíncrono, pues no se produce con el mismo grado de desgaste en los diferentes órganos.

Según Ollar: el envejecimiento “Es un proceso natural de duración variable, homogéneo para cada especie, sobre el que influyen numerosos factores condicionantes, algunos propios del individuo (genéticos) y otros ambientales o circunstanciales. Este proceso es dependiente del tiempo y consiste en un progresivo incremento de la vulnerabilidad y la disminución de la viabilidad del organismo, asociados con una creciente dificultad en las posibilidades de adaptación y una mayor susceptibilidad de contraer enfermedades, lo que eventualmente conduce a la muerte".

Envejecimiento fisiológico es aquel que cumple una serie de parámetros aceptados en función de la edad de los individuos y, sobre todo, le permiten una buena adaptación
Física, psíquica y social al medio que le rodea. La fisiología está enfocada a la estructura y función de los sistemas biológicos corporales.

El envejecimiento es patológico cuando la incidencia de procesos, fundamentalmente enfermedad, alteran los diversos parámetros e impiden o dificultan la correspondiente adaptación. Es decir, que cuando se dan situaciones especiales o adversas que producen un empeoramiento de la capacidad funcional orgánica el proceso de envejecimiento fisiológico natural se transformaría en patológico.

FISIOLOGIA DEL ENVEJECIMIENTO.

Fisiología es la ciencia que estudia las funciones de los seres vivos y su regulación, incluyendo la homeostasis y la adaptación. En la vejez ocurren una serie de cambios a nivel molecular, celular, de tejidos y de órganos que contribuyen a la disminución progresiva de la capacidad del organismo para mantener su viabilidad. Sin embargo, este declinar no es uniforme en velocidad ni magnitud. En ciertas funciones, la regulación del organismo se mantiene aceptable hasta una edad avanzada, por ejemplo el equilibrio ácido-base. En otras funciones el organismo empieza a declinar relativamente pronto, en la edad adulta, mantenido un descenso constante como ejemplo tenemos el deterioro de los órganos de los sentidos. Otras alteraciones, en último lugar, comienzan muy pronto en la vida, peno sus efectos solo se manifiestan cuando han progresado lo suficiente para poden objetivarse a través de sus complicaciones, pon ejemplo la ateroesclerosis. La heterogeneidad fisiológica es una de las características más consistentes de la población que llega a vieja.

A nivel biológico los cambios del envejecimiento suponen una involución caracterizada por la disminución del número de células activas, alteraciones moleculares, celulares y tisulares que afectan a todo el organismo, con progresión que nunca es de carácter uniforme. Los cambios más significativos se dan en el corazón, pulmones y riñones.

Todas las células experimentan cambios en el proceso de envejecer; se hacen más grandes, y poco a poco pierden su capacidad para dividirse y reproducirse. Por ello, pierden su funcionalidad o bien inician un proceso de funcionamiento anormal.

La célula puede morir por necrosis o por apoptosis. La necrosis es un proceso puramente antrópico, debido a la pérdida de la capacidad de la célula para transformar la energía externa. Por el contrario, la apoptosis es un fenómeno muy ordenado y regulado por el que la célula se suicida a través de un estímulo que puede ser una señal fisiológica o una agresión muy leve. Este proceso es esencial para el desarrollo y remodelación normales.
El cuerpo está formado por células, estas a su vez forman tejidos, los tejidos a su vez forman órganos, estos forman aparatos y, a su vez estos componen los sistemas que mantienen el cuerpo vivo.

A nivel tisular varios factores convergen en el envejecimiento de los distintos tejidos:

·         Factores genéticos: alteraciones de los cromosomas y de las divisiones celulares.


·         Factores metabólicos: síntesis de proteínas anormales y toxicidad por radicales libres.
·         Factores inmunológicos: reducción de la capacidad inmunológica humoral y celular.
·         Factores de riesgo sobreañadidos: tabaco, alcohol, colesterol elevado, obesidad, diabetes mellitus, hipertensión, etc.
·         Factores vasculares: arterioesclerosis con disfunción sobre la microcirculación.
·         Factores hormonales.
·         Factores accidentales: patologías sistémicas, intervenciones quirúrgicas, traumatismos….


En ausencia de un perfil completo del envejecimiento, y conscientes de la variabilidad temporal de los cambios en la vejez, los fisiólogos han dirigido gran parte de sus estudios a los cambios edad-dependientes que afectan a los mecanismos integrales. Estos mecanismos son los que mantienen la homeostasis, es decir, los que aseguran la constancia del medio interno a pesar de la variabilidad del externo. El envejecimiento representa, por lo tanto, una disminución en la capacidad de adaptación debida a una reducción de la flexibilidad de los mecanismos fisiológicos que regulan el equilibrio necesario para mantener constante el medio interno. El control de la homeostasis requiere que se mantenga intacta la función integrada de órganos y sistemas para una correcta actuación biológica del organismo.

El cuerpo humano posee variados sistemas de control y si uno de los sistemas falla, el equilibrio homeostático se ve en riesgo y en ocasiones el fallo puede ser incompatible con la vida. Los más complejos son los sistemas de control genético dentro de la célula, pero existen otros que se hacen patentes desde el punto de vista de un órgano o sistema como un todo.

Dentro de estos mecanismos de control, tenemos la regulación de concentraciones de oxígeno y dióxido de carbono, regulación de la presión arterial, la regulación de la temperatura corporal y regulación hormonal, entre otros.

RETROALIMENTACIÓN NEGATIVA

Si un factor cualquiera alcanza concentraciones excesivas o demasiado bajas, un sistema de control inicia una retroalimentación negativa que consiste de una serie de cambios que devuelven al factor antes mencionado hacia un valor medio determinado, con lo que se mantiene la homeostasis. Un buen ejemplo es la regulación de la concentración de dióxido de carbono en el organismo. Cuando existe una concentración incrementada de CO2 en el líquido extracelular, se aumenta la ventilación pulmonar, lo que al mismo tiempo hace disminuir la concentración del gas en el medio interno, ya que aumenta su expulsión en cada respiración. Esto es lo mismo que decir que la respuesta es negativa con respecto del estímulo inicial. Del modo contrario, si el CO2 disminuye de manera excesiva, se comienza el proceso del sistema de control para que los niveles del gas se incrementen a un nivel adecuado del mismo ya que es de vital importancia para el ser humano.
RETROALIMENTACIÓN POSITIVA 

A la retroalimentación positiva también se le conoce como círculo vicioso y es regularmente fatal para el organismo que lo padece. Una retroalimentación positiva, al contrario de la retroalimentación negativa, no deriva en una estabilidad del sistema, si no en una inestabilidad peligrosa. Un ejemplo: cuando se padece una hemorragia severa de dos litros de sangre, el volúmen circulatorio es tan bajo que el corazón no dispone del suficiente como para bombear con eficacia. Esto hace que la presión arterial caiga y también el flujo de las arterias coronarias, fallando el aporte de oxígeno al miocardio, lo que a su vez debilitará más al corazón haciendo que la función de bomba sea más débil y disminuida, continuando así hasta que el sistema se colapse por culpa del círculo vicioso generado.

En muchos casos el mismo organismo tratará de proveer una retroalimentación negativa para romper el círculo vicioso en el que se encuentran los factores. Si en el ejemplo de la hemorragia, a la persona en lugar de dos litros perdidos de sangre fueran solo un litro, los mecanismos de control normales proporcionarían la retroalimentación negativa para controlar el gasto cardiaco y la presión arterial compensando de manera eficaz la retroalimentación positiva. Durante el parto ocurre un efecto beneficioso de la retroalimentación positiva con la hormona oxitocina.

Características fisiológicas del envejecimiento

1.      La función fisiológica de muchos órganos y sistemas declina con la edad , considerando diferencias en el grado de afectación de los diferentes sistemas y con amplia variabilidad individual.
2.      Los cambios fisiológicos asociados a la edad no tienen significación clínica cuando el organismo está en reposo, pero sí en situaciones de estrés (ejercicio, enfermedad, fármacos) donde el anciano tiene menor respuesta o capacidad reactiva.
3.      Hay una alteración en los sistemas homeostáticos con el curso del envejecer.
4.      Los cambios fisiológicos determinan la esperanza de vida o supervivencia máxima potencial de una especie (de 120 años en el ser humano), mientras que la expectativa de vida al nacer en los individuos de cada sociedad viene determinada por la interacción entre factores personales, ambientales y sociales.

Consecuencias clínicas de los cambios fisiológicos del envejecimiento

·         Diferente forma de presentación de las enfermedades en el anciano
·         Susceptibilidad ante la enfermedad
·         Alteraciones  o cambios en la cinética y dinámica de los fármacos en relación con cambios en la composición corporal y variaciones en la función hepática y renal.

·         Alteración  de los rangos de referencia de las pruebas complementarias de diagnóstico usadas en la práctica clínica.
EXPLORACIÓN CEFALO CAUDAL


§  Piel
§  Pelo
§  Uñas
§  Cabeza
§  Cara
§  Oídos
§  Ojos
§  Nariz
§  Senos
§  Boca
§  Garganta
§  Cuello
§  Pechos y axilas
§  Tórax / espalda
§  Corazón y circulación periférica
§  Extremidades sup.
§  Abdomen
§  Ano y recto
§  Genitales
§  Extremidades inferiores

POR PATRONES FUNCIONALES

§  Conocimiento y cuidado de la salud
§  Nutrición – metabolismo
§  Actividad – ejercicio
§  Eliminación
§  Sueño descanso
§  Cognoscitivo – perceptivo
§  Emocionales


Principios del Examen físico

§  El estado emocional del paciente puede influir en el aspecto físico
§  En el examen físico es necesario aplicar los principios fundamentales de enfermería
§  Normas para el Examen Físico
§  El personal debe abstenerse de hacer expresiones de asombro, alarma, preocupación o alentar sin fundamento al paciente
§  Si el paciente denota fatiga, hacer un intervalo que permita ampliar la colaboración
§  Procurar que el examen no se vea interferido por las rutinas del servicio que alteran la continuidad

INSPECCIÓN GENERAL

§  Constitución.- Es el grado de robustez del individuo, depende de su desarrollo  óseo, muscular y adiposo, acordes a su peso y estatura
§  Conformación.- Es la relación de proporción que existe entre los distintos segmentos del cuerpo (integra o falta de integridad corporal)
§  Actitud.- Es la posición que adopta un sujeto y es voluntaria, encogida, forzada, pasiva.
§  Facies.- Es la expresión que imprime en el paciente su mismo problema (pálida, febril, dolorosa, estuporosa)
§  Movimientos anormales.- Son los movimientos anormales fuera de la fisiología normal, de alguna parte del cuerpo o de la actividad motora (polipnea, aleteo nasal, convulsión, etc.)
§  Marcha.- Es la manera de caminar del individuo, se estudia la magnitud de los pasos, la separación de los pies y la dirección general de la marcha (claudicante, atáxica, rígida, titubeante y propulsiva)
§  Estado de conciencia.- Es la facultad de conocer y comprender las cosas a través del juicio y raciocinio para expresar sus ideas. Una alteración (ilusiones, alucinaciones, ideas obsesivo – compulsivas, delirios, perdida de la memoria e inconciencia
§  Estado de piel.- La membrana que recubre el cuerpo entero y que recoge gran cantidad de impresiones táctiles y las conduce a la corteza cerebral, puede estar alterada por:
                -cambios en la coloración (ictericia, palidez, cianosis)
                -alteración de la sensibilidad (calor, frío, tacto) -alteración en su función de eliminación (proceso patológico o falta de limpieza)


MÉTODOS DE EXPLORACIÓN

  1.   Inspección:
  2.   Palpación
  3.   Percusión
  4. Auscultación
  5. Mediciones

INSPECCIÓN


§  Es el método que aporta datos por medio de la vista.
§  Puede ser:
                -Simple o Directa: cuando se usa solo la vista
                -Instrumental o indirecta: Cuando se auxilia de algún aparato especial

PALPACIÓN


§  Proporciona datos por medio del tacto
§  Puede ser: Monomanual, Bimanual, Digital, ”tacto” cuando se realiza en cavidades (vagína, recto o boca)
§  A través de la palpación determinamos: Textura, temperatura, vibración, posición, tamaño, consistencia, movilidad de órganos o masas, distensión, presencia y frecuencia de pulsos periféricos, sensibilidad o dolor.
§  Palpación ligera o profunda

PERCUSIÓN

§  Es un método por medio del cual la superficie corporal se golpea para provocar sonidos audibles o vibraciones perceptibles.
§  Se utiliza para:
§  Determinar tamaño y forma de órganos
§  Indica un tejido se encuentra lleno de liquido, aire o es sólido

PERCUSIÓN

§  La percusión produce 5 tipos de sonido:
1.        Mate: extremadamente apagado producido por tejidos muy densos (músculo o hueso)
2.        Submate: Sonido sordo producido por órganos (hígado, bazo, corazón)
3.        Claro o resonante: Sonido hueco, se obtiene de los pulmones
4.        Hiperresonáncia: Sonido no normal (pulmón de enfisema)
5.        Timpánico: Sonido musical (tambor)

AUSCULTACIÓN

§  Proceso que consiste en escuchar los sonidos que se producen en el interior del cuerpo y puede ser directa o indirecta
§  Auscultación directa: Oído directamente en el cuerpo
§  Auscultación indirecta: Se utiliza un estetoscopio (ruidos intestinales, válvulas cardiacas)
§  Debemos describir:
1.        Tono: Frecuencia de vibraciones
2.        Intensidad: Fuerza o suavidad del sonido
3.        Duración: Se refiere a longitud (prolongada o corta)
4.        Timbre: Descripción subjetiva (silbido, gorgoteo, chasquido)

MEDICIÓN

§  Es un método que tiene por objeto encontrar o reconocer una magnitud desconocida, comparándola con otra que se ha tomado como unidad. (toma de perímetro cefálico, medición de la agudeza visual)


EQUIPO PARA EL EXAMEN FÍSICO



§  Charola con:
§  Estuche de diagnostico
§  Martillo de percusión
§  Baumanometro y estetoscopio
§  Cinta métrica
§  Abatelenguas
§  Aplicadores
§  Alfileres
§  Diapasón
§  Lámpara de manos
§  Dos sabanas
§  Guantes
§  Lubricante
§  Toallas y papel
§  Periódico
§  Bolsa de desechos



POSICIONES ESPECIALES PARA LA EXPLORACIÓN FÍSICA

§  Decúbito dorsal: Acostado sobre la espalda, con las rodillas flexionadas y las caderas en rotación externa, con un cojín debajo de la cabeza.
§  Decúbito dorsal horizontal: Acostado sobre la espalda con las piernas extendidas, con un cojín debajo de la cabeza.
§  Decúbito supino: Acostado sobre la espalda sin cojín, con las piernas extendidas.
§  Sentado: Sentado, con las piernas colgadas, sin ningún respaldo.
§  Litotomía: Acostado sobre la espalda, con los pies apoyados sobre los estribos, las caderas deben estar alineadas con el extremo inferior de la mesa.
§  Genupectoral: El cliente se apoya sobre sus rodillas con el tronco formando un ángulo de 90° con las caderas.
§  Sims: Posición de lado con el brazo inferior hacia atrás y la pierna superior flexionada.
§  Decúbito prono o decúbito ventral: Acostado boca abajo, con la cabeza girada a un lado con o sin cojín.
§  Decúbito lateral: Acostado de lado.